Ficha.
▸ Nᴏᴍʙʀᴇ ﹕ Kenta Shimura.▸ FC﹕ Seok Matthew.▸ Eᴅᴀᴅ﹕ 23 años.▸ Rᴀᴢᴀ﹕ Infernal.▸ Pʀᴏғᴇsɪᴏ́ɴ﹕ Alquimista.▸ Aʟᴅᴇᴀ﹕ -.

History.
Nací en un continente donde el suelo ardía y el cielo escupía fuego.
Donde los ríos eran de lava y los volcanes marcaban el ritmo del día con sus rugidos. Dicen que cuando di mi primer grito, una grieta se abrió en la roca y las montañas vomitaron ceniza durante tres días. Supongo que es una forma poética de decir que llegué al mundo haciendo ruido.Me llamo Kenta. Tengo 23 años, y soy… bueno, técnicamente soy un infernal. No me malinterpretes: no voy por ahí devorando almas (al menos no cuando alguien me ve). Pero sí que me gusta hacer travesuras. Me gusta ver hasta dónde puedo torcer las reglas antes de que alguien se dé cuenta. Me gusta el caos… el pequeño, el cotidiano. Ese que hace que los adultos se rasquen la cabeza y se pregunten por qué el tren arrancó solo, o por qué el Alcalde apareció colgado por los pantalones de la torre de vapor.Nací en Symphony, una ciudad perdida entre raíces de metal y ecos lejanos. Fui criado en un orfanato del Pandemonium, un sector donde se amontonan los olvidados, los raros, los que nacieron de sangre oscura o energía rota. Allí aprendí que llorar no sirve de nada y que reírse de los problemas, a veces, los hace más pequeños. Escapé a los seis años. Nadie vino a buscarme. Nadie preguntó por mí.Desde entonces, he sido muchas cosas: polizón, limpiatubos, ladrón de tuercas, vendedor de humo embotellado. La gente me toleraba. Algunos creían que era una maldición. Otros solo me ignoraban. Pero lo cierto es que nadie sabía de dónde venía. Ni siquiera yo hablaba de ello.Fue Manon quien me encontró.
Una chica joven, una ninfa de luz, con ojos como amaneceres y pasos que no hacían ruido. Me halló entre los restos de una nave caída, envuelto en mi capa ardiente. Se acercó sin miedo, me ofreció agua, y me habló como si ya me conociera.Me quedé con ella. O mejor dicho, ella se quedó conmigo. Me enseñó a moverme sin ser visto, a leer el viento, a escuchar el vapor. A veces me reía, otras veces la fastidiaba. Incluso le robé una pequeña esfera brillante que colgaba de su cuello. No sé por qué lo hice, solo… lo hice.Ella no se enfadó. Solo me miró y dijo:
—"Los nacidos del fuego siempre buscan luz."Y un día, sin decir nada, desapareció. Como si se hubiera disuelto con la niebla de la mañana.No puedo evitarlo. Me aburro fácil. Y cuando me aburro, se me ocurren ideas. A veces juego con las válvulas del tren para que silbe al revés.No soy un héroe. Ni quiero serlo. Pero si puedo seguir haciendo travesuras mientras descubro mi pasado, y de paso salvar a alguien (o fastidiar a los que se lo merecen), entonces… ¿por qué no?Ahora no tengo aldea. Soy errante. Voy de tren en tren, de aldea en aldea. Nadie me espera. Pero todos me recuerdan cuando me voy. Porque donde piso, algo se mueve. Y a veces... explota.Dicen que el mundo se acabó una vez. Que nuestros antepasados escaparon de su destrucción para venir aquí. Yo creo que este mundo también está rompiéndose.
Pero la diferencia es que ahora yo estoy aquí.Y puede que no sea el salvador...
...pero seguro me divertiré mientras todo arde un poquito.


Curiosities.
• Nunca mira a los ojos al hablar en serio. Solo los sostiene cuando miente.• Le encanta el zumo de mora negra. Pero dice que lo odia si alguien más lo sabe.• Guarda la perla que le robo a Manon, con la esperanza de devolvérselo algún día.• Finge que ronca para que crean que duerme. En realidad escucha todo desde debajo de la manta.• Le incomodan los abrazos, pero no sabe por qué. A veces los aguanta sin moverse, como si fueran parte de un trato.• Practica sonrisas frente a superficies reflectantes. Pero nunca usa la misma dos veces con alguien.• Ha escrito cartas que nunca envía. Algunas están enterradas en latas cerca de antiguas estaciones.•A veces desea ser normal. Pero no sabría por dónde empezar.

